Aunque hagas ejercicio regularmente, pasar muchas horas sentado puede afectar tu circulación, tu postura y tu energía. Por eso, intenta levantarte y moverte al menos 5 minutos cada hora. Puedes:
Caminar un poco o estirarte.
Hacer círculos con los hombros y el cuello.
Estirarte hacia arriba o hacer sentadillas suaves.
Si estás trabajando, aprovecha llamadas o pausas para moverte.
💡 Pequeños movimientos constantes durante el día ayudan tanto como una sesión de ejercicio intensa para mantener la salud muscular, articular y metabólica.
Caminar un poco o estirarte.
Hacer círculos con los hombros y el cuello.
Estirarte hacia arriba o hacer sentadillas suaves.
Si estás trabajando, aprovecha llamadas o pausas para moverte.
Dieta
Prioriza alimentos reales sobre los ultraprocesados.
Intenta que la mayor parte de tu alimentación provenga de ingredientes naturales y mínimamente procesados, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales, carnes magras y pescados.
Caminar un poco o estirarte.
Hacer círculos con los hombros y el cuello.
Estirarte hacia arriba o hacer sentadillas suaves.
Si estás trabajando, aprovecha llamadas o pausas para moverte.
💡 Una forma sencilla de aplicarlo:
Cuando compres algo, revisa la lista de ingredientes.
Si tiene más de 5–6 ingredientes, muchos nombres químicos o azúcares añadidos, probablemente no sea la mejor opción.
Prepara la mayoría de tus comidas tú mismo, aunque sean simples (por ejemplo, avena con frutas, arroz con verduras y huevo, etc.).
Esto mejora tu energía, tu digestión y ayuda a mantener un peso saludable sin necesidad de dietas estrictas.
HIdratacion
No esperes a tener sed para beber agua.
La sed suele aparecer cuando tu cuerpo ya está un poco deshidratado. Lo ideal es mantener una ingesta constante de agua durante el día, incluso si no sientes necesidad inmediata.
💡 Algunas estrategias prácticas:
Ten siempre una botella de agua a la vista (en el escritorio, bolso o mochila).
Bebe un vaso de agua al levantarte, otro antes de cada comida y otro antes de dormir.
Si te cuesta, puedes añadir rodajas de limón, pepino o menta para dar sabor sin azúcar.
Observa el color de tu orina: si es clara, estás bien hidratado; si es oscura, necesitas más agua.
Un rango general es entre 1.5 y 2.5 litros al día, aunque depende de tu peso, actividad física y clima.